De la misma manera que no se puede hacer reparto domiciliario con un tráiler, ni transportar tubería de fundición con una furgoneta, es muy importante que comprendamos que no siempre lo más grande y por ende lo más caro, es mejor.
Nos encontramos con una instalación realizada en una comunidad de regantes en la que se habían colocado dos válvulas de control anti-inundación (también conocidas como sobrevelocidad) de la marca RAPHAEL de DN 300 que luego unidos en un colector de DN 400 tiene una salida de DN 200 sobre la que se ha colocado un conjunto de 2 válvulas de C-Valves DN 150 con la función de reductora y luego vuelve a ampliar a 400.
Entiendo que a la hora del diseño se debieron de estimar caudales muy superiores a los caudales actuales, pero claro, el problema es el que hemos comentado varias ocasiones, las válvulas tienen un caudal máximo y un caudal mínimo de funcionamiento.
En este caso nos comentan que las válvulas de cierre por sobrevelocidad no han llegado a actuar nunca y nos preguntan si no podríamos ajustar la válvula de RAPHAEL para que funcionase como sobrevelocidad y reductora a la vez.
Tras realizar algunas pruebas y comprobar que al cerrar una de las válvulas y hacer pasar todo el caudal por la otra, la válvula operativa es capaz de actuar, esto nos abre un horizonte de nuevas posibilidades.
Dado que la capacidad de volumen de agua de la cámara de esta válvula es alta, observamos que con un pilotaje estándar, el tiempo de respuesta es muy lento, llegando a tardar casi un minuto en ajustarse, y siendo totalmente incapaz de evitar que una sobrepresión aguas arriba se transmita a aguas abajo. Visto esto, colocamos el tubo del pilotaje de poliamida DN 12 mm, válvula de aguja de gran capacidad y piloto inox HYDROMAF de alta capacidad.
Conseguimos con esto una velocidad de respuesta, que aún siendo suave, consideramos ya aceptable, provocando repetidamente sobrepresiones y caídas de presión controladas, con apenas variación en la presión aguas abajo.
En cuanto al sistema de sobrevelocidad, tras barajar las distintas opciones que hay, y ante no saber indicarnos los caudales “normales” y los caudales anómalos, optamos por colocar un piloto de paletas “BERMAD” en el tramo de polietileno que sustituya a las anteriores válvulas reductoras C-Valves, ya que aquí el fluido ya tiene una velocidad aceptable.
Este piloto trabaja como un piloto de 2 vías con paso proporcional de caudal en función del empuje de paletas. En el momento se cierre lo suficiente, cerrará la membrana del relé hidráulico que a su vez cerrará la válvula hasta que alguien manualmente vaya y le abra la válvula de esfera de drenaje y reactive la válvula.
Afortunadamente el invento ha salido bien, y nuestro cliente además de ahorrarse un buen dinero, ha recuperado 3 válvulas para poderlas instalar en otras ubicaciones, pero nunca funcionará tan bien como la solución idónea con una válvula cierre pistón y del diámetro adecuado que además les habría costado mucho menos dinero.
Válvulas reductoras obsoletas por falta de mantenimiento
Un saludo, Fernando Gea
Director Técnico – Comercial